Pasando por Buenos Aires. Si, porque Happy Together se desarrolla en Buenos Aires a pesar de ser una película hongkonesa. Esta película proporcionó a Wong Kar-Wai el premio al Mejor Director del Festival de Cannes en 1997. Aborda una historia de amor homosexual basada en un relato de Manuel Puig (Buenos Aires Affair), lo que llama mucho la atención por lo inusual y porque ello no fue obvice para ser nominada también a la Palma de Oro de ese festival y otros muchos importantes premios. Además de en Buenos Aires, también se pasea por las cataratas de Iguazú (de ahí mi post anterior) y Taiwan. Extraña y subyugante, como dicen por ahí.
La edad de la ignorancia es el último film del canadiense Denys Arcand, y cierra la trilogía que comenzó con El declive del imperio americano y Las invasiones bárbaras, merecedoras ambas de un palmares de premios que impresiona. Es una comedia extraña que a mi no me hizo reir, francamente. Resulta un amargo retrato de nuestra sociedad actual y abunda en muchas de las cuestiones ya puestas de manifiesto en las mencionadas, solo que esta vez en clave de comedia, con un protagonista, gris funcionario del Estado, que vive dos vidas, la real y la imaginada que le ayuda a sobrellevar la primera. En la cartelera de los cines Groucho.
Chungking Express y Happy Together eran las dos películas de Wong Kar-Wai que me faltaban de ver. De las dos, me ha gustado más Chungking Express (1994), aunque reconoczco que tras verla, tuve que investigar un poco por la red, porque narra dos historias diferentes y de irregular duración y presentación que me dejaron un poco confundida, demasiados símbolos y fetiches. Dice su director que "Chungking Express supone una ruptura en el conjunto de mi obra: los personajes llegan a aceptar su soledad, son más autónomos y más independientes, no hallan desesperación en su propia búsqueda, sino sobre todo divertimiento". Esto se ve sobre todo en la segunda historia, una historia de amor entre un agente de policía y una alocada camarera del puesto en el que suele comer, que le ayuda a superar el abandono de la azafata con la que salía. La primera historia es también de amor pero de tan solo una noche, entre un agente de polícia y una narcotraficante que se oculta tras una peluca rubia y unas gafas de sol. Latas de conserva con una determinada fecha de caducidad, la peluca y las gafas, por una parte, y por otra, la relación del policía con los objetos abandonados por la azafata en su piso tras el abandono, a los que atribuye emociones y sentimientos, seguramente como proyección de los suyos propios, constituyen elementos muy originales que le dan un encanto especial.
La edad de la ignorancia es el último film del canadiense Denys Arcand, y cierra la trilogía que comenzó con El declive del imperio americano y Las invasiones bárbaras, merecedoras ambas de un palmares de premios que impresiona. Es una comedia extraña que a mi no me hizo reir, francamente. Resulta un amargo retrato de nuestra sociedad actual y abunda en muchas de las cuestiones ya puestas de manifiesto en las mencionadas, solo que esta vez en clave de comedia, con un protagonista, gris funcionario del Estado, que vive dos vidas, la real y la imaginada que le ayuda a sobrellevar la primera. En la cartelera de los cines Groucho.
Chungking Express y Happy Together eran las dos películas de Wong Kar-Wai que me faltaban de ver. De las dos, me ha gustado más Chungking Express (1994), aunque reconoczco que tras verla, tuve que investigar un poco por la red, porque narra dos historias diferentes y de irregular duración y presentación que me dejaron un poco confundida, demasiados símbolos y fetiches. Dice su director que "Chungking Express supone una ruptura en el conjunto de mi obra: los personajes llegan a aceptar su soledad, son más autónomos y más independientes, no hallan desesperación en su propia búsqueda, sino sobre todo divertimiento". Esto se ve sobre todo en la segunda historia, una historia de amor entre un agente de policía y una alocada camarera del puesto en el que suele comer, que le ayuda a superar el abandono de la azafata con la que salía. La primera historia es también de amor pero de tan solo una noche, entre un agente de polícia y una narcotraficante que se oculta tras una peluca rubia y unas gafas de sol. Latas de conserva con una determinada fecha de caducidad, la peluca y las gafas, por una parte, y por otra, la relación del policía con los objetos abandonados por la azafata en su piso tras el abandono, a los que atribuye emociones y sentimientos, seguramente como proyección de los suyos propios, constituyen elementos muy originales que le dan un encanto especial.
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