Ha pasado casi un mes desde la última entrada en el blog. En este tiempo he cumplido mi primer aniversario como bloguera, he hecho un examen, me he picado con el facebook y he pasado una semana de vacaciones históricas para mi.
Históricas porque es la primera vez que cojo vacaciones fuera del mes de agosto, también es la primera vez que voy a una isla y, evidentemente, la primera vez que visito un volcán.
No se nota que estás en una isla aunque es algo que tienes todo el tiempo en la mente, tampoco se nota que estás en medio del oceáno pero viviendo a las orillas del agitado Cantábrico esperaba algo más de tan basta extensión de agua, la verdad.
Lo que si impresiona y bastante, es el volcán. Para mi, el auténtico atractivo de Tenerife junto a la climatología. Justo este año se cumplen 100 desde su última erupción. Impresiona también saber que el Teide es el tercer volcán más grande del planeta pero es que "antes" había otro volcán muchísimo mayor que colapsó, se esparramó y dió lugar a lo que hoy podemos ver, el Teide junto al Pico Viejo y todo el circo de las cañadas.
Así que a la fascinación que ya sentía por otro fenómeno de la naturaleza como son las cataratas tengo que unir ahora la impresión que me ha causado el volcán. Nuestro planeta no para de sorprenderme.
