domingo, 7 de febrero de 2010

Verano del 99


Aquel año se inauguró la filmoteca de verano en el cine Los Ángeles. Seguramente el folleto ya tenía el mismo diseño que el actual pero era el propio Enrique Bolado, a la sazón director de la filmoteca regional, quien abría la puerta, vendía las entradas, las recogía en la puerta, apagaba las luces y encendía el proyector.

Creo que no me perdí ninguna. Fue un ciclo de cine maravilloso y el premio que me concedí aquel año por pasar pasar mis vacaciones estudiando. Y realmente, si que fue un premio. Si hago un pequeño esfuerzo de memoria me van saliendo algunos títulos: Happines, Rosetta, Cube, ..., pero sobre todo, Shadrach, un sencillo drama sureño sobre el racismo que cuenta la historia de un antiguo esclavo de 99 años que, desde Alabama, ha llegado caminando para morir en el lugar en el que se crió. La historia está narrada por un niño rico blanco de veraneo al que le gusta pasar el tiempo con los negros pobres de la finca.

Ayer estuve en la presentación del poemario de Ana García Negrete "Memoria para seguir un rastro". (Como decía Rosa Gil, la mujer de la voz espectacular, ya se que igual no me creen porque es mi amiga, pero libro está muy bien, de verdad). Esta mañana me encontré con esto:

SHADRACH

A Rodolfo Plana desde Styron

Un hombre fue esclavo gran parte de su vida.
Después le dijeron libre y resolvieron su deuda.

Sin tierra ni hogar, sin libro ni pistola,
insostenible ausente marchó afligido,
arrebatado el resto de su vida
para llegar a ser un viejo pobre y solo.

Un hombre recuerda mientras muere
la alberca del molino y su sombra
donde fue feliz una mañana.
Vuelve al solo instante de la infancia;
huella y aliento de vida en fuga
transparencia en evasión de su eco.

Me parece que a Ana también le gustó la película.


viernes, 8 de enero de 2010

Número 9

Wall-e, Terminator o H.G. Wells. No son malas referencias para esta película de animación protagonizada por nueve muñecos de arpillera creados por un científico y las máquinas que dominan un planeta post-apocalíptico en el que no existen ya los humanos. El paisaje terrestre recuerda mucho al de Wall-e, el robot de reciclaje que recupera objetos entre la devastación; el muñeco número 9 aparece igual que Terminator, de la nada y sin saber quién es o qué hace ahí; pero sin lugar a dudas, es la novela de Wells "La guerra de los mundos" el contexto general de esta épica historia ¡¡¡publicada en 1898!!! y ambientada en una invasión extraterrestre de máquinas cuya descripción hemos visto en multitud de películas. Es verdad que ésta es un poco rara pero a mi me ha gustado bastante y destaca de largo en el pasteloso erial de la cartelera navideña.

Pero esta película no surge de la nada, el universo de Número 9 fue recreado originalmente en un corto de 10 minutos de duración que estuvo nominado a los Oscar y que podéis ver en este enlace como magnífico aperitivo, Número 9 ofrece otros 70 minutos para disfrutar.

La desaparición de las luciérnagas. Sobre P.P. Pasolini.