Estaba leyendo la entrevista digital a unos científicos que han escrito un libro sobre el cerebro, cuando una respuesta se quedó clavada en mi cabeza. El científico dice que no puede explicar porque sentimos placer al pensar, más allá de la neuroquímica, es decir, la dopamina, es decir, la necesidad. Toda la noche ha estado rondando la frase en mi cabeza hasta que he recordado por qué. Por Deleuze, sobre cuyo punto de vista tenemos un capitulo en 'Con lugar a dudas' ,titulado precisamente así, el placer de pensar, la política del deseo o apología e los tubérculos.
Escribimos:
Escribimos:
... "no lo deseo porque es bueno, es bueno porque lo deseo". El acto de desear convierte la realidad en buena para nosotros.¿No es una idea estimulante?
... pero sin olvidar que la vida es una experiencia de presente y que ha de ser la exhibición de las posibilidades de creación del acto de desear.