miércoles, 23 de abril de 2008

Ambición y fracaso

"La ambición es el último refugio de los fracasados"

La frase la dijo Grisom, el jefe-científico del laboratorio criminalístico más famoso de la televisión, el C.S.I. hace un par de lunes, pero no es suya, sino de Oscar Wilde, que debía estar todo el día pensando frases para que pasaran a la posteridad.

El caso es que me hizo pensar sobre la ambición y sobre el fracaso. Más sobre lo último porque tengo un fracaso reciente en mi haber y bastante estrepitoso por cierto, y también porque siempre he pensado que no tengo ambición, o al menos, no la suficiente, siempre me encuentro en los niveles bajos de la tabla. Para saberlo con mayor precisión, quizá debiera pasar el test que propone Cubeiro en su blog cuando aborda el asunto de la ambición femenina en relación con un libro de Debra Condren, que define a la mujer ambiciosa como “la que gana lo que vale, tiene más poder, obtiene el reconocimiento que merece y cuenta con la determinación de perseguir sus sueños y lo hace con integridad sin sentirse culpable”.

Grisom se estaba refiriendo a otro científico que se había pasado al lado oscuro (esto es, hacía peritajes amañados para sus clientes, llegando incluso a falsificar experimentos ante un tribunal por dinero). Así que, aunque pudiera parecer, la afirmación inicial no es una definición de la ambición, sino una reflexión sobre el fracaso, del que, bajo mi punto de vista, tenemos mucho que aprender. En cualquier caso, ambas palabras suelen tener connotaciones negativas que deberíamos aprender a positivar.

Mi fracaso más reciente lo ha sido en el intento de dejar de fumar, sin embargo tengo la determinación de repetir, mejorar la estrategia y obtener algo más de ayuda. De fracaso en fracaso hasta el éxito final.

2 comentarios:

JP dijo...

Quizá el fracaso es no intentarlo o arrepentirse en exceso. Suerte.

airnoja dijo...

Nunca me gusto la palabra "Fracaso"...

Prefiero perder una batalla pero ganar la guerra.

¿Como ves la botella medio llena o medio vacía?

Me parece que volveré por aquí,enhorabuena por el blog.

La desaparición de las luciérnagas. Sobre P.P. Pasolini.