Mi primera toma de contacto con Stanislaw Lem fue Solaris, su novela más conocida. Acababa de leerla y me pareció un ejemplo perfecto para explicar el diagrama ontológico del observar de Humberto Maturana en el curso Hilos y Raíces del Pensamiento Crítico que impartimos en Laredo en el verano de 2004.
Solaris es una historia apasionante de un planeta ‘vivo’ en el que ocurren cosas que no tienen explicación, pero que abren todo un abanico de posibilidades para reflexionar sobre qué es la vida o qué es lo que realmente nos constituye como seres humanos.
Después leí Regreso de las estrellas sobre el desconcierto de un astronauta que regresa tras muchos años en una misión espacial y se encuentra con serias dificultades para integrarse en su antigua vida, más que nada porque ya no existe nada de lo que le resultaba cotidiano.
En medio de ambas y gracias a la red, descubro los fractales y su relación con la ciencia ficción, así como el importante papel que Lem desempeña en esta materia y que tiene mucho que ver con la recursividad o autoreferencias.
Solaris es una historia apasionante de un planeta ‘vivo’ en el que ocurren cosas que no tienen explicación, pero que abren todo un abanico de posibilidades para reflexionar sobre qué es la vida o qué es lo que realmente nos constituye como seres humanos.
Después leí Regreso de las estrellas sobre el desconcierto de un astronauta que regresa tras muchos años en una misión espacial y se encuentra con serias dificultades para integrarse en su antigua vida, más que nada porque ya no existe nada de lo que le resultaba cotidiano.
En medio de ambas y gracias a la red, descubro los fractales y su relación con la ciencia ficción, así como el importante papel que Lem desempeña en esta materia y que tiene mucho que ver con la recursividad o autoreferencias.
Hoy Público nos informa de la edición de su primera novela El hospital de la transfiguración y nos ofrece un nuevo perfil del autor que califican de realista porque en este caso no hay ciencia ficción sino nazis, holocausto y lavado de cerebro del regimen comunista.
3 comentarios:
Yo la primera novela que lei de Lem fue la del Regreso y la recuerdo especialmente por como consiguió su lectura que sintiese la misma confusión que el protagonista.
Después me partí de risa con las avnetura de Ion Tichy en sus diarios, y Solaris la pillé con motivo del estreno de la peli y también me encantó aunque la idea central del planeta vivo ya se la había leído a Asimov.
Por cierto hace poco me regalaron su última publicación, una autobiografía de su juventud que me ha resultado un rollo.
Gracias por la sugerencia. Probaré con Solaris, a ver que tal. Yo de Lem solo he leído Ciberiada y Fábula de robots, cuando era jovencito y me parecieron magníficas.
Me apunto la de las risas para este verano en la playa, aunque tenía intención de releer Solaris. Quizá me apunte también Ciberiada como deberes para la playa, aunque no se si tengo ya demasiadas cosas pendientes para leer. Me he comprometido con el libro gordo de Pinker antes de que termine el año.
Gracias por la visita chicos.
;-)
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