miércoles, 21 de mayo de 2008

Fanatismos

Anoche me desvelé y a eso de las dos de la mañana ya era consciente de la trascendencia de las detenciones que salieron a la luz a eso de las once. A causa del atontamiento por la falta de horas de sueño, hoy no he podido seguir con mucha atención los medios de comunicación pero me han llamado la atención dos cosas; una la escuche en la radio y era la voz de los etarras detenidos gritando gora eta askatuta, y otra, la imagen de arriba de la cara de odio de un fanático, el que a golpe de detonador en la T4, se cargó la última mejor esperanza de que terminara pronto la violencia etarra. ¡Cuánta ira muestra ese gesto! Están acabados pero la degeneración continuará.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡Malditas sean las banderas!!

La desaparición de las luciérnagas. Sobre P.P. Pasolini.