domingo, 7 de septiembre de 2008

Marías el cretino

Ya me caía mal Javier Marías pero a partir de hoy, me cae peor todavía. Si me hubieran preguntado ayer por el motivo seguramente habría contestado con vaguedades sobre una novela suya que me pareció aburrida y no terminé o sobre el lío que montó junto a otro chupi-guay que llama lumis a las putas y pelucos a los relojes tras conversar públicamente sobre sus opiniones de las mujeres de hoy.

No le gusta que critiquen sus opiniones y por eso hoy nos lanza un lamento en la última página de El País Semanal bajo el indicativo título ¿Por qué tantas mujeres están furiosas? Somos todas unas rencorosas, está claro. A ver si no va a poder él hablar de las mujeres. La verdad es que leyendo el texto a mi me resulta bastante contradictorio pero no voy a entrar en detalles porque lo que me interesaba destacar es precisamente que hay que ser cretino para ser columnista u opinador, molestarse por las críticas que no dejan de ser opiniones de otras personas, y contestarlas en otra columna en la que vuelve a ofender a la vez que se hace la víctima.

Yo no quería escribir estó, pretendía escribir un comentario en su blog en el que cuelga sus artículos, pero no ha sido posible. No acepta comentarios.

Aunque ahora que lo pienso, es una buena excusa para volver de mis vacaciones blogueras, no?

4 comentarios:

JP dijo...

Para mí un blog es un canal de comunicación 2.0

Si no acepta comentarios un blog, para mí no es un blog, es una farsa.

También estoy harto de blogs o periódicos que permiten comentarios pero que impiden que los lectores se relaciones, por ejemplo, no permitiendo introducir urls de los que dejan comentarios. En Cantabria tenemos un conocido periódico en esa línea.

Saludos,

JP

Luc, Tupp and Cool dijo...

:D ¡Qué coincidencia, Gema! Me has quitado el calificativo de la punta de la lengua...

;)

Gema González Santos dijo...

Jp saludos post-vacacionales.

Luc, bienvenida y gracias por haberme hecho reír con algunas cosas que he leído en tu blog.

;-)

Anónimo dijo...

Pero insultando lo que se hace es darle la razón.

La desaparición de las luciérnagas. Sobre P.P. Pasolini.