sábado, 10 de noviembre de 2012

Huelga General 14-N

¿Por qué el código de buenas prácticas se ha quedado corto en relación con los desahucios? ¿Por qué la reforma laboral está sirviendo para incrementar el paro hasta límites insoportables?

Confiar en que los poderosos (bancos o empresarios) renuncien la máximo rendimiento apelando a su responsabilidad cuando las leyes permiten, estimulan y refuerzan su posición de poder frente a los débiles es casi infantil y en algunos casos, homicida.

Solo hay que salir a la calle y prestar atención a las conversaciones para comprobar que nuestra sociedad vive bajo el miedo y la desesperanza. Pero ¿quién es el responsable de esos sentimientos colectivos?

Hoy el reelegido líder del mundo libre, Obama, insiste en que los ricos paguen más. Antes lo hemos escuchado de otros, Hollande en Francia, algún dirigente del BCE, incluso algunos ricos, muy pocos, ofrecen esta alternativa.

Paro, desahucios, recortes en la sanidad, la educación o los servicios sociales, amnistía fiscal para los defraudadores, conforman una lista de ataques a la mayoría  que se va haciendo más larga cada día, y justifica sobradamente la huelga general del 14 de noviembre para exigir que esto acabe y se cambie el rumbo de la política al servicio de los poderosos por otras más equitativas en el reparto de las cargas que provoca la crisis.

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