lunes, 17 de agosto de 2009

Altius, citius, fortius


En la reciente conmemoración del 40º aniversario de la llegada a la Luna, los cronistas nos recordaban los múltiples significados que tuvo el acontecimiento, singularmente en lo relativo a lo poca cosa que somos los humanos en el contexto del universo. Esta sensación de irrelevancia o relativización de nuestro ego contemporáneo se produce también en la toma de contacto con las culturas primitivas, o no tanto, por ejemplo, visitando Altamira o La Olmeda que pienso visitar próximamente.

Pero luego pones la tele y ves una carrera de velocidad, la final de los 100 metros lisos en los mundiales de atletismo, y eres testigo del momento en el que un hombre bate el récord mundial de velocidad y te fascinas de la capacidad de romper los límites establecidos y fijar unos nuevos, estratosféricos, 41 zancadas para la leyenda.


No hay comentarios:

La desaparición de las luciérnagas. Sobre P.P. Pasolini.