lunes, 22 de junio de 2009

Se acabó

Sí, se han terminado los plenos ordinarios, los de cada lunes. Ya solo queda el debate del "estado de la región" del próximo lunes y martes. A pesar de las declaraciones de intenciones y de los esfuerzos de unos pocos, en el parlamento los debates son cada vez más estériles. Hoy ha sido el paradigma del disparate de "la noble oposición".

De forma insólita, el PP no ha participado en la votación de la modificación de la Ley del Suelo para regular las actividades en el suelo rústico. ¿Por qué? porque querían votar los apartados de un artículo por separado. Una estupidez. La jugada de apuntarse el tanto con los empresarios lebaniegos que van a poder disponer de un polígono industrial, les ha salido por la culata. La respuesta ha sido faltar al respeto de la institución y por lo tanto, a la ciudadanía de Cantabria, una vez más, negándose a participar en la votación.

Pero eso no ha colmado sus aspiraciones. Para dejarnos buen sabor de boca, han vuelto a soltar a la diputada Cortabitarte que en esta ocasión se ha dedicado a prácticar el clasismo más fachoso que alguna vez se escuchó por el Palacio de San Rafael. Resulta que el diputado Berriolope no tiene "curriculum intelectual" dice, pero no importa tanto porque está presente y se puede defender, como así ha sucedido retirando sus palabras. Peor es escucharla en la tribuna poniendo en cuestión el nombramiento de dos trabajadores de empresas públicas, porque son del PSOE, no porque tenga nada que decir sobre el desempeño de su trabajo, que no dice nada. Éstos no estaban allí ni tienen tribuna para defenderse. Pero les vale todo con tal de sembrar la duda y la sospecha como las intervenciones faltonas de esta diputada. Y en eso están convirtiendo el parlamento.

Lamentable comportamiento el del grupo mayoritario de la Cámara, esos que dicen que nos quieren gobernar. ¿Serán conscientes de que se puede ver en directo su actuación?


martes, 9 de junio de 2009

Cuidado con lo que deseas


Siempre me fascinó pero gracias a Los mundos de Coraline me entero que se llama stop motion. Es decir, aparentar movimiento a partir de la captura de fotografía de elementos estáticos.

Preciosa película aún sin gafas tridimensionales. Muy, muy recomendable aunque forma parte, de esas películas de animación a las que no llevaría a niños muy pequeños. Una mezcla de Alicia en el País de las Maravillas actualizada que a mi me ha evocado en más de una ocasión el lado oscuro de Star Wars en lugar del otro lado del espejo.

La desaparición de las luciérnagas. Sobre P.P. Pasolini.